Espíritu de Oro/ Río de Luz





Exposición
Espíritu de Oro 2006 
Galería 39
Inmersa en una naturaleza de cuya inmensidad no da cuenta el arte del paisaje, Corina Briceño escoge una pequeña zona –casi ínfima dentro de ese todo inabarcable-: un pozo de agua, para que el fragmento pueda ser como el inicio, la semilla que llevará, de nuevo, al universo mítico, a lo ignoto de la geografía amazónica. La parte por el todo: se trata de una figura literaria (la lítote), que, traducida en términos plásticos, puede alcanzar un sentido simbólico más allá de la representación. Aquí, el agua es reflejo de la bóveda celestial, es el fluir de la vida, es la brisa que irisa su superficie, y es profundidad. Aguas primigenias, vuelta a los orígenes, fuente de toda vida. 
Cuando Corina Briceño pinta las aguas, prescinde de referencias figurativas: crea una superficie en que las largas y onduladas pinceladas como remolinos, los verdes y azules como resonancias de piedras preciosas, sugieren fuerzas telúricas. 
El fragmentar la tela reafirma la imposibilidad de abarcar el todo. Y cuando la artista filma el pozo de agua y el ser humano que se sumerge en él desaparece y resurge, figurando el ciclo de la vida, también alude al habitante ancestral de aquellas tierras donde la comunión con la naturaleza es condición de sobrevivencia y última riqueza. Y el oro que centellea no es sólo reflejo del sol, sino esta riqueza contenida en una cultura primigenia: el verdadero Dorado. De ahí que la presencia de escaleras doradas (en la pintura, en el video, en objetos como amuletos) se vuelva parte de un lenguaje visual que no busca sólo alcanzar la naturaleza toda desde ese pozo de agua-luz-tierra, que no pretende sólo evocar la fuerza generativa de las profundidades, sino que abarca el sentido simbólico de la unión entre el ser y el entorno, de la comunicación entre lo material y lo espiritual. 
 Federica Palomero/agosto 2006

Exposición consta de escultura, pintura y video arte-proyectado sobre fotografía

Video-arte
cámara: Corina Briceño Y Rodolfo Graziano
edición: Rodolfo Graziano y Corina Briceño











Río de luz



Textos

Sobre la obra 

Río de Luz

 

Me planteo recrear un espacio donde el espectador perciba la atmósfera de la selva, los espíritus que ella contiene, el agua que surge y transcurre a través de ella como la vida. 

Para ello propongo investigar:

La integración de la fotografía con la pintura, como un congelamiento del tiempo, de la memoria, que a su vez se transforma en metáforas para lograr otra connotación.

Jugar con la percepción del espectador, entre lo real y lo irreal.

El movimiento en la pintura; proyectando video sobre lienzos pintados,

para percibir otra dimensión, aquella intangible, como el devenir.

            La instalación en el espacio de objetos recreados y diseñados por mí, donde se percibe, la empatía y comunicación de culturas ancestrales con lo cosmogónico, la transculturización y la pérdida de la identidad, el cambio de uso por uno de valor.

Desde hace 25 años he venido trabajando la integración del hombre a la naturaleza, como única vía de salvar la armonía del mundo. Con el tiempo profundicé más mis referencias con literatura y viajes a lugares donde la selva es primaria y todavía culturas primitivas conviven con ella. Tomo anotaciones, pinto, fotografío, hago video y grabo.

La penetración del hombre a esas regiones primitivas, cada vez amenaza más con destruir no sólo las especies de plantas y animales, sino también las culturas que allí permanecen desde hace miles de años, culturas ricas en mitología y tradiciones, transmitidas de generación en generación desde los principios de los tiempos.

Sin querer ser ecologista, interpreto la angustia que me produce la integración del hombre a la naturaleza en metáforas para que el otro perciba sensaciones visuales, táctiles y de sonido de modo de cambiar su percepción que tenía antes de ver la propuesta. 

 

Río de Luz

La vida fluye como el río, tiene marcas, acontecimientos, muerte, que van a definir su existencia, es un espacio que no podemos limitar porque siempre cambia, se transforma, y se desborda. Es la existencia misma. Un devenir, que se nos escapa, como el tiempo, la memoria, y la vida, alimentándose de metáforas para crear un lenguaje que nos sugiere nuevas interpretaciones.

La obra

Parte de una instalación que contiene pinturas, esculturas y pintura interactiva en la cual se proyecta video

Expuesta en la Galería 39 en el 2004

Video Río de luz. 2, 45”

Sonido: grabaciones del pozo azul, del río y de gente de Culebra

Por Corina Briceño 

Colaboración y edición en el video: Rodolfo Graziano

Febrero del 2004

















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